Uno de los proyectos más bonitos y que nos ha llevado más tiempo de este año tan raro ha sido el del Mas Geli en Pals. Detrás de este espacio hay un proyecto familiar que nace de la ilusión de elaborar un vino propio que exprese la esencia de un territorio.
Para nosotras, ha sido muy emocionante poder participar en la creación y diseño y hacer realidad el cobertizo agrícola para los viñedos del Mas Geli, un claro ejemplo de nuestra apuesta por la bioarquitectura y la sostenibilidad.
La base para este proyecto ha sido el uso de materiales naturales para crear el espacio, colocándolos de forma intencionada para crear dos volúmenes diferenciados unidos por una losa de hormigón.
Uno de los espacios se ha creado con ladrillos para guardar las herramientas del campo, pero para darle un toque único los hemos colocado formando un relieve con el que queremos representar las cajas apiladas donde se recoge la uva durante la vendimia.
El segundo volumen lo hemos acabado con un enlucido tradicional y un acabado quemado para poder obtener un color más terruño.
En este espacio, donde se ubica la tienda, también hemos creado un espacio de cocina-office para el personal y una pequeña bodega.
Esta mini bodega está condicionada con una luz tenue y un espacio de laboratorio para poder trabajar con el vino. Pero lo mejor son las botas de granito.
Estas botas, que se encuentran en muy pocas bodegas, están hechas con granito macizo y rebajado, y sirven como envoltura para la maduración de los vinos. Su principal ventaja es que no dejan el regusto a roble de las botas tradicionales, por lo que así sale un vino de sabor 100% auténtico.
La tienda la hemos equipado con muebles de madera de roble natural hierro y piedra, y le hemos dado el toque final con pinturas naturales.
En todo momento hemos querido dar protagonismo a las vistas y los paisajes de los viñedos y conectar con la idea de territorio que tienen en el Mas Geli. Por eso, la tienda comunica con el resto del cobertizo con una especie de abertura que nos deja disfrutar de las magníficas vistas a los viñedos desde el interior, y al mismo tiempo dar continuidad a toda la construcción y su pavimento.
Al final de este pavimento se encuentra con una terraza abierta de arena, acabada con gaviones, unas estructuras que hemos llenado con la misma piedra de la finca, y con los que podemos recoger las tierras y elevar la construcción por encima de los viñedos. Las vistas que hemos conseguido así son realmente alucinantes.
Para los cierres y puertas hemos utilizado madera de larix. Con este mismo material hemos creado el cambiador para niños y los muebles del baño. Las puertas de hierro y pavimentos los hemos tratado también como piezas únicas, diseñando todas las líneas, junteros de dilatación y otros detalles para crear un espacio armonioso pero sin que se note, que parezca hecho con naturalidad y que quede integrado sin estridencias en el entorno.
Nuestra máxima satisfacción en el Mas Geli de Pals ha sido el poder hacer realidad un edificio que se integra totalmente con el entorno, sin estridencias, con materiales naturales, respetuosos, de proximidad y que dan el máximo protagonismo a los viñedos y a la preciosas puestas de sol que se pueden contemplar tomando una copa de vino. ¡No os perdáis esta experiencia!
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